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Las empresas medianas no quieren morir de asfixia por la falta de liquidez

lunes, 13 de octubre de 2008

ÁLVARO RODRÍGUEZ y JOSÉ TRONCOSO
Economía y Negocios Online, El Mercurio

Exportadores, industriales, empresas del comercio y productoras de manufacturas sintieron de inmediato los efectos de una crisis que hasta ahora no se había manifestado en la economía "real".









Mientras las bolsas de Europa, EE.UU. y hacia donde uno mire se vienen al suelo, en Chile las pequeñas y medianas empresas (pymes) comienzan a tiritar de espanto: en los últimos días, muchos empresarios medianos y pequeños comenzaron a recibir llamadas de sus ejecutivos bancarios para avisarles que, unilateralmente, les quitaban líneas de crédito. Así, sin anestesia, lo cuentan a "El Mercurio".

Para los más afortunados, sin embargo, la cosa no anduvo tanto mejor: las líneas de financiamiento les quedaron intactas, pero los bancos revocaron los créditos que habían negociado en semanas anteriores, "hasta nuevo aviso".

El gerente general de una empresa industrial con más de 50 años de trayectoria resume el escenario que se le viene encima con un dato concreto: "Si antes que se desatara la crisis crediticia los bancos te cobraban la tasa interbancaria (Libor) más 0,8% de interés, ahora me están cobrando Libor más 8%. Es de no creerlo. Y no es todo: ya hay tres bancos de la plaza que dejaron de dar líneas de crédito para importar", cuenta.

Muchos de los exportadores sintieron de inmediato, en el momento en el que el Wachovia Bank -hasta unas semanas la quinta institución financiera más importante de EE.UU.- estuvo al borde de la quiebra, debido a que éste es el principal financista de bancos chilenos, que a su vez financian operaciones de exportadores o importadores locales.

Con estos costos, cuenta un empresario, "lo que se viene es horrible, porque mi ventaja competitiva es justamente la importación de materias primas".

Eso sí, la cosa parece ser bastante más generalizada, ya que efectivamente ha existido una reacción de la banca nacional "derivada de la restricción de líneas de créditos de los bancos extranjeros hacia los primeros", acusa la propia Asociación de Exportadores (Asoex).

Según Ronald Bown, presidente de Asoex, lo anterior repercute directamente en la disponibilidad del capital de trabajo de las empresas exportadoras, a lo que se suma la restricción que los importadores extranjeros han debido aplicar a los anticipos de pretemporada.

Otro gremio -la Asociación de Exportadores de Manufacturas, Asexma- también anda preocupado justamente por la restricción al crédito que han notado desde hace un par de semanas. "Hemos visto cómo también hay inconvenientes en la entrega de crédito en el exterior, justamente para financiar a las empresas que compran nuestras exportaciones", dice Eduardo Moyano, vicepresidente de Asexma.

A todo este enrarecido ambiente habría que agregarle otro condimento: al restringirse el crédito disponible, según Bown, los bancos privilegian a clientes por su trayectoria, su relación con el banco y capacidad de respuesta, "lo que se traduce en que algunos clientes, en lo que respecta a ese específico banco, no tengan acceso a financiamiento (...) y las operaciones se realicen a través de menos alternativas, lo que produce en forma natural un alza en la tasa de interés y el acortamiento de los plazos".

En la misma línea, el comercio detallista es aún más catastrofista. El planteamiento es que así como en EE.UU. fueron los créditos hipotecarios los que desataron la crisis, en Chile podría darse un escenario similar en el segmento de los créditos de consumo. "¿Qué pasaría, y espero que no ocurra -dice Rafael Cumsille, presidente de la Confederación de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa-, si la gente simplemente no puede pagar esos compromisos con estas tan altas tasas de interés? Ahí muchas empresas entrarían en una situación terrible".

Ministro de Economía, Hugo Lavados: "Las pymes tienen que ser más competitivas"

El ministro de Economía, Hugo Lavados, insiste en que aquí no pasa nada: "No hay crisis", dice. Por lo mismo, aclara que no hay ni paquete especial de medidas ni programas específicos para aliviar las restricciones de financiamiento que están viviendo las pequeñas y medianas empresas (pymes).

"Hay una situación que es objetiva de un sistema financiero internacional que está con serias dificultades y eso significa menos acceso al crédito por parte de nuestros bancos. Ese es el problema central hoy, y en esa dirección hay que atacar", dice.

De hecho, el viernes, el Banco Central lanzó una batería de medidas para flexibilizar la gestión de liquidez del sistema financiero. Entre otros puntos, amplió de uno a seis meses el programa de compras de dólares hasta US$ 5.000 millones.

Por ello, Lavados se refugia en el planteamiento del Gobierno y, específicamente, del Ministerio de Hacienda, en lo relativo a que el país cuenta con los recursos para "actuar".

El secretario de Estado aclara, eso sí, que la prioridad del Gobierno es destrabar aquellas dificultades que puedan generar obstáculos en el avance de la economía: "En algunos sectores esto se puede manifestar más a nivel de pymes, y en otros, puede ser un poquito más general. Estamos hablando de que en el caso de operaciones de crédito en moneda extranjera, lo prioritario, lejos, es hacer que las exportaciones tengan financiamiento. Y en segundo término, revisar el incremento de la percepción de riesgo por parte de los bancos, tema que sí afecta más a las pymes".

Lo que llegó como balde de agua fría fue su percepción de que persiste en el mercado el mito de que un porcentaje importante de pymes aún no se recuperan de la crisis asiática: "No, eso pasó hace diez años. (...) Hubo una rebaja adicional de tarifas aduaneras, y eso significa que las pymes tienen que ser más competitivas, y ahí es donde debemos apuntar".

Los cuatro puntos críticos:

Lo que más complica a las medianas y pequeñas empresas, sin contar la baja en el consumo por inflación o el temor ante este escenario incierto:

1 La crisis de liquidez, que encarece en forma importante el costo de las líneas de crédito que se usan para darles a su vez crédito a los clientes (90 días), afectando los márgenes de utilidad.

2 La volatilidad en el precio de las materias primas hace difícil poder proyectar precios de venta a público: el empresario no sabe cuánto cobrar, o si el precio que se fijó con anterioridad era el correcto.

3 Los bancos (que financian los proyectos vía crédito o leasing), dice un empresario, "se ponen mucho más duros y exigentes, aumentando las condiciones y desincentivando esas inversiones".

4 Según varios emprendedores, la falta de interés de parte de las autoridades por las pymes: "En Chile ser empresario es visto como algo malo, a quien hay que vigilar y controlar", acusan.

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